Asma y enfermedad cardíaca
Dos contaminantes clave del aire pueden afectar el asma. Uno de ellos es el ozono (que se encuentra en el esmog). La otra es la contaminación por partículas (que se encuentran en la neblina, el humo y el polvo). Los estudios muestran que, cuando el ozono y la contaminación por partículas están en el aire, los adultos y los niños con asma y otras enfermedades pulmonares tienen más probabilidades de tener síntomas.
Los estudios también muestran que la contaminación del aire puede desencadenar ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y ritmos cardíacos irregulares, especialmente en personas que ya están en riesgo de padecer estas afecciones. Además, para las personas con una afección médica llamada insuficiencia cardíaca, la contaminación del aire puede reducir aún más la capacidad del corazón para bombear sangre adecuadamente. La contaminación por partículas es el contaminante de mayor preocupación por desencadenar estos efectos.