Su salud
Millones de personas viven en áreas donde la contaminación del aire puede causar graves problemas de salud. La calidad del aire local puede afectar a nuestra vida diaria. Al igual que el clima, puede cambiar de un día a otro. La EPA desarrolló el Índice de Calidad del Aire, o AQI, para hacer que la información esté disponible sobre los efectos para la salud de los cinco contaminantes del aire más comunes, y cómo evitar esos efectos. En el folleto "Índice de Calidad del Aire: Una Guía para la Calidad del Aire y su Salud", encontrará información sobre estos contaminantes comunes y el Índice de Calidad del Aire.
El ozono a nivel del suelo y las partículas suspendidas en el aire son los dos contaminantes que representan la mayor amenaza para la salud humana en este país. Puede encontrar información sobre estos contaminantes en los documentos que se enumeran a continuación. El ozono, también conocido como esmog, puede irritar el sistema respiratorio, causando tos, irritación en la garganta o una sensación de ardor en las vías respiratorias. Puede reducir la función pulmonar, por lo que puede tener sensación de opresión en el pecho, sibilancias o dificultad para respirar. El ozono puede agravar el asma y desencadenar ataques de asma. Las personas con mayor riesgo de contraer el ozono a nivel del suelo son las personas con enfermedades pulmonares, como el asma, los adultos mayores y los niños y adultos que realizan actividades al aire libre.
La contaminación por partículas, también conocida como material particulado, se compone de sólidos microscópicos o gotas líquidas que son tan pequeñas que pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar graves problemas de salud. Cuando se exponen a estas pequeñas partículas, las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares y los adultos mayores corren un mayor riesgo de visitas al hospital y a la sala de emergencias o, en algunos casos, incluso de morir por enfermedades cardíacas o pulmonares. Incluso si está sano, puede experimentar síntomas temporales por la exposición a niveles elevados de partículas. Los síntomas pueden incluir: irritación de los ojos, la nariz y la garganta; Toser; Flema; opresión en el pecho; y dificultad para respirar. Las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares, los adultos mayores (posiblemente porque pueden tener enfermedades cardíacas o pulmonares no diagnosticadas) y los niños corren mayor riesgo de contraer la contaminación por partículas.